Esther Pérez: “La fuerza del Distrito, de los vecinos, es la que hace a veces que se tomen o no según qué decisiones”

Comencem amb aquesta entrevista a Esther Pérez, Consellera portaveu de l’equip de BComú a Sants-Montjuïc, un cicle d’entrevistes que anirem fent, poc a poc, entre els integrants de l’equip de govern al Districte. I ho fem amb un doble objectiu: d’una banda, volem donar una mica de transparència en allò que dia a dia es va fent des del consistori i, de l’altra, busquem apropar la institució a la ciutadania perquè totes i tots puguem entendre una mica millor les seves dinàmiques i funcionament interns.

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Esther Pérez fue elegida Consellera por Sants-Montjuic en las primeras primarias a Consellers que se hicieron en marzo, antes de las municipales. Según se desprende de la presentación de su candidatura, vive en la Marina desde hace 15 años, donde es y ha sido activista comprometida con las problemáticas del barrio y el resto de cuestiones sociales. Hoy la entrevistamos ya como Consellera para que nos hable de estos inicios dentro del consistori.

¿Cual es la función de una consellera?

El trabajo de un conseller o consellera, que puede ser a nivel de territorio o de área, es acercar los problemas de cada barrio al Distrito y de ahí a la Casa Gran, el Ayuntamiento de la ciudad. Desde Sant Jaume es muy dificil conocer los problemas específicos de un barrio, por lo que la visión que se tenga puede estar distorsionada. De ahí la figura del conseller vinculado a un territorio como intermediario entre los vecinos y la institución.

Porque tu eres de La Marina…

Sí. El distrito de Sants-Montjuic, que es en extensión el más grande de Barcelona, se divide en 8 barrios, y a BComú, en relación a los votos obtenidos, nos correspondían 6 consellers. Decidimos hacer una división territorial por la cual a mi me corresponde la zona de La Marina-Zona Franca. Y tenemos a Carolina de Consellera por Poble Sec, a Domingo por Hostafrancs y Font de la Gualla, a Joan por Badal, a Maria por La Bordeta y a Xavi por Sants, que además es conseller técnic porque este año tenemos esa coyuntura con la reducción de cargos y recae sobre él la parte de enlace entre el gerente y los técnicos. Y Xavi y yo somos los únicos con dedicación exclusiva, el resto tienen dedicación parcial o están a dietas. Es decir, que aparte de su trabajo luego hacen esto, pero la exigencia prácticamente es la misma que si estuvieran también con dedicación exclusiva. Aparte, cada conseller, además de estar adscrito a un territorio, tiene sus áreas sectoriales. En mi caso son tres: movilidad, participación y ciudadanía y mujeres, género y LGTB. La realidad es que aunque somos la fuerza mayoritaria no tenemos mayoría absoluta, lo que nos obliga a dividir todo el trabajo entre muy pocas cabezas y también a pactar con los otros grupos cada decisión, con lo cual las cosas se han de llevar muy trabajadas y bien razonadas. Es muy desbordante pero si los acuerdos que tú tomas responden realmente a las necesidades de los vecinos y son lo que ellos quieren no habrá ningún grupo político que te lo pueda votar en contra.

¿Y cómo es el apoyo que tenéis dentro del Distrito para realizar vuestra tarea?

En cada distrito hay un equipo de técnicos que son, bien de barrio bien de sectores; dones, salut, gent gran, urbanisme… cada área tiene su técnico asignado al igual que los territorios. Y para mi es muy importante que haya buena sintonía entre conseller de barri, conseller de área, tècnic de barri y tècnic d’àrea, porque las áreas son siempre transversales a todos los territorios pero no necesariamente es lo mismo, por ejemplo, un problema de movilidad en La Marina que en Sants, un problema de juventud en Poble Sec que en La Bordeta

¿Cómo está resultando esta relación entre técnicos y consellers?

Relamente me he llevado una agradable sorpresa con este equipo técnico. A la primera que he conocido como Consellera ha sido a la Técnica de Comercio y hemos sintonizado muy bien. Depués me presenté a la Técnica de la Marina. Yo venía de un pasado de movilizaciones en La Marina y de enfrentamiento con el Distrito que en un momento dado pudo afectar a las técnicas, un poco por mis propios prejuicios, ya que no dejaban de ser representantes de la política que se había establecido con el anterior concejal, Jordi Martí, durante el antiguo mandato. Eran ellas la correa de transmisión y los enfrentamientos o diferencias no se podían evitar. Había divergencias en entender lo que era prioritario para el barrio. Por eso, mi sorpresa fue muy agradable al coincidir desde el primer momento en el análisis del barrio; en las necesidades y las posibles soluciones para según qué ámbitos. Donde puede que continúen las diferencias es en los hábitos de trabajo. Está claro que hay unas rutinas cuando eres empleado público, que está bien que se tengan porque no se va a parar cada vez que haya elecciones, pero sí que hemos de hacer el esfuerzo ambas partes por sintonizar ese trabajo que se hace con los criterios que tenemos el equipo de gobierno de Sants-Montjuic.

Decías antes que las decisones que se toman en el Distrito pasan después a la Casa Gran, ¿eso significa que no son vinculantes?

Es cierto que no es el Distrito el que decide finalmente muchas de las cosas, pero también es verdad que la fuerza del Distrito, de los vecinos, es la que hace a veces que se tomen o no según qué decisiones. Entonces, es verdad cuando dicen que el Districte tiene muy poca capacidad de decisión. Sí, pero se olvidan de esa otra parte que los que venimos de hacer política en la calle sabemos que es importante y tiene que ver con la fuerza de la gente, por eso es tan importante su participación directa en todo lo que ocurra. En cualquier caso, el Distrito siempre estará aportando los pros y contras de cualquier asunto para que cuando lo apruebe la Casa Gran sea en  base a lo que piensa el Distrito y su gente.

¿Pero realmente la gente tiene cómo incidir, son efectivos los espacios de participación institucionales?

Los ciudadanos han de poder participar de tal manera que se sientan respetados y vinculados pero hay un problema en el que estamos trabajando muy en serio y es que existen órganos de representación en el Distrito que tampoco tenemos claro que sirvan del todo. Las consultivas, por ejemplo, son reuniones en las que se explican temas ante las entidades y la participación es limitada a un cierto número de ciudadanos que, o bien se escogen a través del censo aleatoriamente, que te llaman por teléfono y te convocan, o bien te apuntas en un registro que no todo el mundo sabe que existe. Estos ciudadanos también pueden aportar algún tema pero luego todo eso pasa por una Junta de Portavoces en la que ya no hay ciudadanos que puedan defender tal postura. La defienden los partidos y a lo mejor no hemos entendido la importancia, la prioridad. O, bajo nuestro criterio, aquello no tiene que ir ahí. No digo que no sean necesarias. Lo que digo es que se tiene que mirar de repasar y revisar toda esa parte de participacion y de órganos de gobierno que existe, y si se tiene que cambiar el reglamento, que se cambie. Pero deben ser órganos efectivos, no se puede hacer perder el tiempo a la gente porque las entidades tienen que venir muchísimo y muchas de sus quejas son precisamente porque no son decisorias y son repetitivas.

Siempre estamos hablando de vieja política y nueva politica, de oxigenar la institución. ¿Cómo se está trabajando esto?

esther ayuntEn nuestro Distrito parece que la política siempre se ha hecho buscando un resultado partidista, pero los que estamos en BComú lo que queremos es hacer aquello que la ciudadanía necesite. No podemos seguir poniéndonos las misas limitaciones; el barrio se tiene que patear y debemos hacerlo con los técnicos. Tenemos que estar ahí y que la gente nos conozca. También a las entidades les toca entender que nosotros hablaremos con ellas pero que también lo haremos con los que no formen parte de entidades. Que quizás en algún momento decidamos hacer una asamblea vecinal para decidir entre todos y no sólo con entidades, porque vecinos lo son todos. Queremos acabar con el clientelismo y que cuando se firme un convenio sea en función de lo que necesite el barrio y no en función de que tal  o cual entidad pueda tener un local o gestionar según qué.

Otra cuestión que cuesta entender tiene que ver con el regidor, Jaume Asens. En la Marina se quejaron porque no está viniendo lo suficiente al barrio. Salimos al paso explicando en una nota de prensa que, si bien era cierto que no acudía al barrio tanto como lo hacía el anterior regidor, lo cierto es que tampoco pretendíamos que lo hiciera. Y no sólo porque su agenda no se lo permita (no tiene dedicación exclusiva como tenía el Jordi Martí, sino que debe compaginar este cargo con el de Tenencia de Alcaldía y el de la Presidencia del Área de Participación y Transparencia) sino porque entendemos la política de otra forma donde es mucho más importante y tiene más trascendencia que el regidor esté en Sant Jaume trabajando en serio por el Distrito y la ciudad a que esté a pie de calle para hacerse la foto en actos meramente protocolarios. El nuestro es un trabajo de equipo y la gente tiene que entender que, más allá de que a alguien le guste ver a su cantante favorito o a su regidor favorito, quién más y mejor conoce el territorio siempre será el conseller.

Y, como decía antes, una de las principales cosas que necesitamos cambiar es el propio reglamento del Distrito. Está todo tan protocolarizado que supone un corsé muy apretado. No tiene ningún sentido tener que estar pendiente de cinco reuniones de órganos de gobierno para decidir un orden del día. También hay figuras en el protocolo que yo no acabo de entender qué sentido tienen.

Entoces, hablando de nueva política, tenemos cuestiones como el código ético con el que os habeis comprometido cada uno de los consellers. ¿Nos cuentas qué es lo que implica?

El código ético tiene dos vertientes, la económica y la de transparencia. A nivel económico establecimos que nadie cobre más de 2.200 € netos mensuales. También es cierto que si la alcaldesa sólo puede cobrar esa cantidad a lo mejor tenemos que revisar, en función de ello, qué es lo que debería cobrar un conseller. Pero eso está por hablar todavía. A nivel de transparencia es muy importante, y es un trabajo que tenemos pendiente, que haya transparencia en lo que hacemos en el distrito. Yo puedo explicar en mi grupo de barrio o de distrito o a los vecinos con los que me encuentro, lo que hago, lo que dejo de hacer y por qué. Pero cualquier ciudadano tiene que poder saberlo sin necesidad de verme a mí. Tenemos que montar un canal de comunicación que sea lo suficienemente ágil para que la gente pueda ver lo que estamos haciendo, lo que vamos a hacer y por qué, que no haya oscurantismo en nuestras acciones. Y también está la rendición de cuentas, por la cual todos tenemos el cargo continuamente a disposición de la gente que nos ha elegido: para que yo en ningún momento no pueda despistarme, por venir con una idea preconcebida o divergir de lo que la gente quiere.

Otra novedad específica de Sants ha sido la idea de hacer “consellerías asamblearias”. ¿Puedes explicar en qué consiste esto?

Los consellers no llegamos a todo; no podemos estar pisando el terreno y al mismo tiempo haciendo el diagnóstico o discutiendo para que ese diagnóstico se pueda resolver y estar planteando o preparando un orden del día para una comisión de gobierno. Se decidió en las distintas asambleas del Distrito que a nivel de cada conseller, sin obligar a nadie, hubiera un grupo de apoyo que nosotros llamamos Consellerías Asamblearias y que es simplemente un grupito de dos o tres personas, una persona en algún caso según el interés que haya por las diferentes áreas del Distrito, que pudieran ser nuestra extensión en el barrio o en el ámbito o en el Distrito. Cuesta, porque primero tienes que coordinarte y definir qué objetivos ha de tener ese grupo. Es lo mismo que con el equipo de gobierno que nos hemos conocido entre nosotros sólo hace 8 meses pero que poco a poco ya vamos haciendo piña. Entonces, aquí se trata de coordinarnos y hacer el trabajo. Es decir, cada uno, si somos de diferentes barrios, detectar primero la problemática que pueda existir, poder contactar a todos los actores; ver y recoger propuestas e incluso replantearnos los órganos institucionales de participación a partir de ahí. Podremos tener una base más sólida, no sólo del problema detectado sino de cómo solucionar en cada territorio ese problema. Yo podré dar respuesta a lo que se necesita en La Marina pero, como no es lo mismo lo que se necesita en cada barrio, para hacer bien el trabajo y dar respuesta a cada territorio, viene bien alguien del territorio que sea nuestra extensión.

Y, para finalizar, ¿cual sería el balance a nivel de Distrito de estos 100 primeros días de gobierno municipal?

Lo primero que hay que remarcar es que en el Distrito tan sólo llevamos unos 28 días y no 100. Recordemos que se constituyó el 20 de junio, cuando ya los técnicos estaban en sus turnos de vacaciones. Además, aquí tuvimos el hándicap de que el equipo de gobierno del anterior mandato, es decir, el Conseller Técnic y el Regidor, Jordi Martì, no hicieron el traspaso ni estuvieron en funciones, como tendrían que haber estado, hasta el último momento. Desaparecieron del mapa. Y esos días se conviertieron en una vorágine de papeles y de poder entender dónde estábamos nosotros solitos. Llegó agosto, donde sólo hubo fiestas y más fiestas con sus actos protocolarios, y hasta el 1 o 2 de septiembre que se incorporaron los técnicos no hemos podido comenzar a trabajar. Aun así ayer hicimos un repaso de actividades y te puedo decir:

  • En temas de vivienda se detectaron una serie de casos de deshaucios y de emergencia social; y en colaboración con Servicios Sociales del área de Bienestar Social del Ayuntamiento y del Consorci de Habitatge se ha establecido un protocolo en el marco de las nuevas ayudas que el Ayuntamiento de Barcelona lanzó para estos casos.

  • Se está iniciando un listado de pisos vacios para saber exactamente en qué condiciones están y por qué están vacios. Esto se va a cuadrar después con el Patronato y con la Agencia Catalana del Habitatge y ya tendremos nuestro censo de pisos vacíos y podremos dar una salida más agil cuando haya algún problema.

  • Se ha establecido hacer una pequeña remodelación de los trayectos de los buses para que podamos reconectar los barrios entre sí.

  • Se está trabajando con los vecinos afectados de las calles Burgos y Tena. Hemos sabido en qué situación concreta estaba el tema y qué se les había prometido como solución ya que lo desconocíamos por completo.

  • Con el Técnic de Urbanisme hemos hecho un recuento de los proyectos urbanísticos que están en marcha y hemos conocido en qué situación está cada uno. En el caso de Joan de Sada, por ejemplo, va implicado el traslado de un CAP. Y hablaremos no solamente con los vecinos sino tambien con los profesionales del CAP.

  • En Poble Sec se está haciendo un mapeo de la pobreza.

  • Se ha establecido un contacto muy directo con comerciantes para explicarles cuál es nuestro criterio de comercio y establecer con ellos unos vínculos de confianza, unas bases sobre las que podernos mover.

  • Se ha desencallado un problema que había con los comerciantes de la Marina para hacer una Fira de Comercio de Proximidad; un conflicto con Guardia Urbana y TMB por el desvio en torno al tramo afectado.

  • Se va a celebrar el “Dia de sense cotxes” a nivel municipal. Una calle o dos de cada Distrito se cortará el 17 de octubre. Se cortará la calle Consell de Cent (de Tarragona a Creu Coberta) i Moianès (de Creu Coberta a Ctra. de la Bordeta), dotándole de actividades y contenido. Nuestro Distrito tiene un problema que es la montaña de Montjuic, que es equipamiento de ciudad pero pertenece al Distrito, con lo cual, si hay un acto de ciudad en Montjuic como el el día del Supers que es el mismo 17, se ve afectada toda la movilidad de Sants-Montjuic. Y lógicamente de cara al “dia sense cotxes”, que es un dia importantísimo porque se quiere relanzar la movilidad sotenible en la ciudad, se planteó la cuestión con Guardia Urbana y TMB. Nosotros dijimos lo que queríamos y ellos dijeron lo que podían asumir y lo que no, y finalmente se ha llegado a un acuerdo.

  • Se ha detectado una falta de locales en la Marina para entidades o para eventos o actos varios. No puedo decir que tengamos ya los locales pero si que es cierto que se está avanzando en la solución de este tema.

  • Y a veces ocurre que hay demandas de los vecinos que no se resuelven sin que se llegue nunca a saber dónde estaba el obstáculo. Por ejemplo, para el poliesportiu de la calle Energia de la Marina, el problema más grande parece que era el de tener las piscinas Picornell con una gestión privada: temen que sus abonados se resientan si hacemos una piscina de abonados en el polisportiu. Una vez descubierto el obstáculo, podemos incidir en su solución: averiguando primero cuantos abonados hay de la Marina que van a las Picornell y así podemos saber cuanto incidiría. Bueno, pues ya sabemos por dónde podemos empezar a solucionar, dándole cara y ojos a un problema que existía y que nadie nos decía por qué no se podía hacer.